27 de junio de 2011

Pai, un paraíso entre montañas.

De la caótica Bangkok a la más absoluta tranquilidad de Pai. Este pequeño pueblo perdido entre las montanas del norte de Tailandia, es un minúsculo rincón en el mundo que no se sabe muy bien porque atrae y concentra en sus cuatro calles a músicos, poetas y artitas. Pai, invita a quedarse, a relajarse y a perder la noción del tiempo mientras paseas por sus calles.



Lleno de locales de música en vivo y galerias de arte y diseño, con gente afable y habladora, abanderan el eslogan del lugar, Slow living.  Es decir, apreciar tu tiempo, invertirlo en algo que te guste, vivir con poco pero vivir a gusto. Como nos contaba un músico local, que hace ya muchos años, cuando llegó a Pai, lo primero que hizo fue quitarse el reloj y decía que él nunca sabe que hora es. Él se levanta cuando deja de tener sueño, come cuando tiene hambre, invierte el tiempo que quiere en cosas que le apetece hacer y se va a dormir cuando esta cansado. Easy live, eh. Estuvo viendo 6 años en Inglaterra y se volvió a Pai, porque no podía creer como nosotros podemos vivir en el mundo que vivimos. En el que pasan los días y no hemos hecho nada que realmente nos motive, sólo algunos y sólo a veces dedican una pequeña parte de su tiempo a algo que les apasiona. Donde vivimos obsesionados por todo lo que nos rodea, tenerlo todo bajo control y remarcar (exageradamente) siempre lo malo que nos pasa o lo que no nos gusta. La verdad, es que el chico no nos definió nada mal, verdad?. Al principio pensé, que era el típico hippie, que suelta el discurso hippie a todo el que pasa por allí. Pero, al rato de estar hablando, la verdad es que tenia mucha razón en todo lo que decía. Supongo, que justo es eso lo que  hace Pai diferente a los demás lugares, esta lleno de gente que prefiere tener menos dinero y vivir placidamente , sin muchos esfuerzos ni beneficios, pero vivir a su manera. No la que le imponen los demás.



Buenísima, si o no?



Para disfrutar Pai, lo mejor es alquilarse una moto y dedicarse a inspeccionar la zona, escogiendo al azar una ruta y dejarse perder entre campos, monasterios y jungla.

Motorista en la sangre... dios, que pintas.







Otra de las opciones es seguir la Ruta 1905, conocida en Tailandia por ser una de las carreteras con más curvas del país.  De Chiang Mai a Pai hay 762 curvas y eso sólo es la mitad del camino. Esta ruta conecta varias poblaciones  del norte de Tailandia, incluyendo Pai.

Nosotros nos quedamos un poco atrapados por lo que transmite Pai, y decidimos emplear nuestros días en disfrutar de la zona, en vez de vernos el resto de la ruta de prisa y corriendo.



Varias son las actividades que ofrece Pai, des de una caminata de dos días durmiendo en aldeas locales, hacer rafting, bañarse con elefantes o relajarse con un masaje.

Si queréis saber por cual nos decantamos, os espero en la siguiente entrada…

26 de junio de 2011

Bangkok

En 1782, el rey Rama I estableció  una nueva capital, situada al este del río Chao Praya, haciendo de Bangkok la nueva capital del Reino de Tailandia.

El primer nombre de la ciudad fue, atención que va, eh. “Krungthep mahanakhon amonratanakosin mahintara Ayutthaya mahadilok popnopparat ratchathani burirom udomratchaniwet mahasathan amonpiman avatansathit sakkathattiya witsanukamprasit“ todo un crack eh, este Rama poniendo nombres a las ciudades, por el amor de dios Rama. Sería muy espabilado para crear un nuevo reino, pero este nombre tiene más poco marketing… Al ver que era algo complicado decidieron oficializar el nombre a Krung Thep, que significa Ciudad de los Ángeles, mucho más bonito, no creéis?

Que porque el resto del mundo lo llama Bangkok? Se cuenta que la capital fue fundada en un pequeño pueblo que se llamaba Bang Makok, y como era más fácil que los dos anteriores, poco a poco, de boca en boca, se llamo a la población Bangkok, el nombre que mantiene a día de hoy.



Bangkok, una de las capitales más famosas del mundo es calurosa, caótica y llena de vida. Mezcla la modernidad de cualquier ciudad de renombre con el misticismo de sus templos y los monjes que se refugian en ellos. Una ciudad, llena de mercados, donde en cada esquina hay un puesto de comida o bebida. Una ciudad que no duerme nunca y yo creo que los que viven en ella tampoco.



Al rico chilli!!!



Uno de cada diez tailandeses vive y trabaja en Bangkok, y creerme, se nota. Tiene más de 8 millones de habitantes y una densidad de 3.600 personas por Km2, una de las más elevadas de Asia.
Casi tres días le hemos dedicado a esta ciudad, y tengo que decir que aunque no esperaba mucho de ella, a mi me ha gustado.

De lo más impresionante que he visto es el Palacio Real, fue durante 150 años residencia del rey y sede del gobierno. Lo más impresiona es que todo se conserva tal y como se inauguró. 







En el mismo recinto esta Wat Phra Keo, donde en su interior reposa el Buda de Esmeralda, este es el santuario más importante de todo el país. El Buda posee su propia vestimenta que a través de una importantísima ceremonia se le cambia tres veces al año (temporada de calor, frío o lluviosa) y es el mismísimo rey el que le cambia la ropita al buda.





Uno de los puntos más visitados de la ciudad es Wat Pho, este lugar alberga la escuela de medicina oriental, yoga y masaje tailandés. Pero hacer o que te hagan algo de las tres cosas te cuesta un pastón L. Detrás de sus muros, 16 puertas  guardadas por demonios y casi mil estatuas de bronce de Buda. En el interior se encuentra el buda reclinado (46 mts de largo y 15 de alto) recubierto por oro y con incrustaciones de perlas en los pies.




Buscando la suerte.
Otra de las atracciones de Bangkok, especialmente para los turista es la calle Kao San Road. Pues, que decir de esta calle, que es la típica. Llena de bares y tiendas que se sobreponen unas a las otras. Donde puedes encontrar des de unos pantalones thai, hasta una falsificación del carnet de coche o títulos de ingles, y os digo que lo de las falsificaciones era tentador, eh, muy tentador.




Una buena forma de moverse por la ciudad, con vistas algunos templos es a través del río y sus botes, que te llevan de punta a punta de la ciudad por pocos baths.

Otra manera, es coger uno de los famosos tuk-tuk de Bangkok. La única pega es que te expones a ser timado o a que en mitad del camino pactado, se paren en una tienda, información turística o cualquier lugar donde ellos tengan pactado con el propietario, que es el que le va dar al conductor un vale de gasolina a cambio de nuevos clientes. Nosotros probamos suerte, así con la ayuda de un señor que andaba por allí, nos dijo que cogiéramos los tuk-tuk que no son de dos colores, que se suponen que son los tuk tuk del gobierno (y son más económicos porque el gobierno les paga la gasolina). Así que pactamos con él 4 templos por 30 baths (0.80), cosa que con otro hubieran sido 200.  Yo le avise, si paras en una tienda no te pago, eh. Y él, que: “No Problem, No problem”, pues venga vamos.


Primer templo, donde se encuentra Buda en pie, que dicen que es el buda mas alto de Tailandia, estuvimos por allí un rato y salimos rápido, porque no nos fiábamos de que el Tuk-tukero siguiera allí. Pero sí, allí estaba sonriente esperando. Bueno, vamos para el segundo, el templo de mármol, y bueno se bajó, nos acompañó y todo a ver el lugar, nos enseñó algunos rinconcitos curiosos y tal… En Gerard y yo no nos lo podíamos creer, habíamos encontrado el único conductor  de tuk-tuk honrado de todo Bangkok, increíble. Que ingenuos somos, justo cuando salíamos para el tercer templo se para y me dice que nos lleva a una agencia de viajes (evidentemente su gancho) y yo que no, que no, que te he dicho que si había tienda, no te pagaba. Y me dice: “No shop, agency, Free looking, free looking¨. Como se puso tan pesado al final le dije con toda mi mala ostia: ¨Pero, just looking, eh¨.  Y como era de esperar nada más entrar a la agencia le solté cuatro borderias al vendedor y nos fuimos. En menos de un minuto estábamos de camino al siguiente templo.





Si algo, se aprende en Asia es que no te puedes fiar de nadie, pero de nadie, eh. Bueno (me he pasado) sólo de las personas que no están relacionadas con el turismo. Porque también hay que decir nos quedamos sorprendidos de la amabilidad de los bangkoneses (o como se llamen). Incluso un chico que encontramos en la parada de autobús, al que le preguntamos como llegar a nuestro hotel, en medio de una jungla de coches, motos y autobuses. El pobre, que no sabia ingles, se vio tan apurado de que no sabia como explicarnos como llegar que cambio su ruta y cogió dos autobuses solo para acompañarnos a nuestro hotel, para que no nos perdiéramos en el transbordo de autobús. A mi me dio hasta pena, pero el insistía en venir con nosotros, una monada el chaval.

Pues esto es más o menos Bangkok (siempre des de mi punto de vista, eh). Os espero en la próxima parada… norte de Tailandia.
Turismo en bangkok

24 de junio de 2011

Koh Tao, el mundo submarino

De isla a isla y tiro por que me toca. Nuestra siguiente y última isla es Koh Tao. Aunque no estaba dentro de nuestra planes, finalmente decidimos ir porque es el lugar más barato del mundo para sacarse el titulo de Open Water de submarinismo y por las buenas críticas recibidas por otros viajeros, que nos recomendaban fervientemente visitarla.






Koh Tao es la isla más pequeña de las tres islas del sur-este de Tailandia. Sus 21 Km. hacen de esta isla, un pequeño paraíso fácil de recorrer en moto. Escondiendo entre sus calas, playas de arena blanca, aguas cristalinas y muchísimo coral para los amantes del snorkelling y el buceo.

Descubrimos a través del blog un cambio de aires, que había una escuela de submarinismo en español. Indagando, encontramos que tenia muy buenas criticas, así que para allí fuimos a ver que tal.
Nada más llegar a la isla allí estaba Brujo (director de la escuela) esperándonos en el puerto. Con un taxi nos llevo a la escuela y nos lo puso todo tan fácil que decidimos sin pensárnoslo que nos quedábamos con ellos. Tanto los compañeros del curso (Miguel, German y Isidora) como los instructores, hicieron que nos sinteramos en casa durante los cinco días, hacia mucho tiempo que no hablábamos tanto español.


Mientras Gerard ha dedicado sus cinco días en la isla a bucear. Aquí la señorita se ha pasado los días, poniendo el blog a punto, yendo a la playita, compartiendo charlas y cervecitas con la gente de la escuela y sí, algún que otro masaje ha caído.










Nosotros nos refugiamos en  Chalok  Baan Kao, una playa al sur de la isla. Dejando atrás las masificaciones de Hat Sai Ri y  Hat Ao Mae. Si venís evitar estos dos sitios, a no ser que queráis seguir la ruta del bucket (anteriormente mencionada). Ahh, si algún día venís, tenéis que ir a un bar que hay al extremo derecho de la playa. Donde te puedes tomar una cervecita tumbado en la hamaca mientras las olas pasar por debajo tuya, cuando la marea esta alta. Una delicia!!!



La verdad, es que siento que me han faltado días para disfrutar esta isla. Supongo que tendré que esperar a la siguiente ocasión…

* Nota: para los que estén pensando bucear algún día en Koh Tao, recomiendo hacerlo con Ih-asia. Son muy profesionales y te hacen sentir como en casa. Además si decís que lo habéis visto en el blog os harán un descuento. Así que ya sabéis, bucea con IH-Asia.


15 de junio de 2011

Railay

A Railay hemos llegado de casualidad, en principio salimos de las Phi Phi dirección a Krabi. Pero sabéis cuando llegas a un sitio y dices: ¨uy, no me gusta mucho, eh¨. Entonces decidimos dar una vuelta, comer algo y decidir que hacer si quedarnos o no. Una hora más tarde estábamos de camino a Railay…
Además conocimos a unos chicos que iban a Railay, y por lo que contaban prometía más que Krabi, así que para allá que nos fuimos.

No es fácil llegar a Railay, aunque no es una isla, a consecuencia de estar rodeada de montañas sólo se puede acceder por barco a ella. Railay esta dividida por cuatro playas Hat Rai Leh West, Hat Rai Leh East, Hat Ton Sai y Hat Phra Nang.

Hat Rai Leh West

Es conocida por ser una de las zonas donde más gente decide pasar su luna de miel. Por ese motivo, los Resort y hoteles de 5 estrelles llenan las playas de la población. Pero justo detrás de una roca al sur de la playa de Rai Leh West se encuentra Ton Sai. Donde se reúnen todos los jóvenes, con un prosupuesto más bajo y buscando un ambiente más relajado y hippie.

Railay también es conocido por ser la mejor zona de escalada de Tailandia, y la verdad es que no me extraña, ya que impresionan las paredes de piedra des de donde se cuelgan los escaladores y disfrutan de las mejores vistas de la zona.

Como yo lo de la escala no lo veo muy claro, me fui en busca de la que dicen que es la mejor playa de Tailandia, Hat Phra Nang. Y si, confirmo, no se si es la mejor, pero es una de las mejores playas que he visto hasta el momento. Arena blanca que contrasta con el azul turquesa del mar, rodeado de increíbles formas que las rocas han ido formando a lo largo de los siglos, son difícil de superar, la verdad.





Para los emprendedores, esto es el futuro.
Una cosa, curiosa que me llamo mucho la atención, fue una cueva que había en la playa, llena de figuras fálicas… si, si, habéis leído bien. Me quede súper intrigada, así que busque el porque había miles de penes allí venerando un altar. Pues, resulta que dice la leyenda que un barco que transportaba una princesa india durante el s. III a.c, se vio metido en una tormenta de la costa de Railay y el barco finalmente acabo por hundirse y todos sus tripulantes murieron. El espíritu de la princesa ahogada se instaló en la cueva inhabitada de la playa. Esta, concedía favores a todo el que viniera a mostrarle respeto. Entonces los pescadores locales, ofrecen penes de madera (que simboliza fertilidad) como ofrenda esperando que el espíritu les proporciones grandes cantidades de pescado.

Lo nos hacia falta, tener un pene en la cabeza, vamos.



Bonito, verdad, pues yo no lo acabo de entender. Porque para pedir pescado le ofrecen penes de madera? Si alguien sabe la respuesta por favor que me lo diga, que llevo dos noche sin dormir.

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