19 de agosto de 2011

Chengdu y sus pandas


Después del viajecito , llegamos al hostel reventados física y mentalmente. Nos duchamos, y el Gerard estuvo como 40 minutos limpiándose los pies… estaba obsesionado, yo creo que estos chinos le han causado un trama.
Comimos algo decente, cosa fácil después de tanto noodle de paquete, y a las cinco de la tarde nos fuimos a ver una peli. A los cinco minutos, ya estábamos los dos durmiendo como dos bebes. Recuerdo decirle al Gerard: “ Gerard, no me dejes dormir demasiado”. Abrimos los ojos a las nueve de la mañana del día siguiente. Ya no me acordaba lo bien que se levanta una después de dormir 13 horas seguidas, que gustazo.
Totalmente activados y recuperados, nos pusimos en marcha, había mucho que hacer: conseguir los billetes para Xian (aunque no cuando queríamos, esta vez conseguimos vagón dormitorio con camas blandas, yujuuuu!!!) y visitar el centro histórico de Chengdu.



Las casa jaulas




Chengdu nos ha sorprendido con pequeños rincones que se escapan de la nueva china pro EEUU. Si dejas las grandes avenidas llenas de centro comerciales, puedes encontrar rincones donde se respira la china más tradicional.

La nueva china

Esta ciudad de 4 millones de habitantes y con más de 13 millones en toda su área metropolitana, aunque suene extraño es una ciudad espaciosa. Mezcla la arquitectura tradicional con la modernidad de sus edificios y sus miles de centros comerciales. Las calles se comparten entre  coches, bicicletas y motos eléctrica, relegando al viandante a buscarse la vida y no morir atropellado por ninguno de estos tres vehículos.

 


Menos mal que tenemos a Mao, dirigiendo el trafico.

Made in China
La provincia de Sichuan, la cual es capital Chengdu, representa la cultura del té , mejor que en cualquier otro sitio de China. El “arte” de beber té data des de hace más de 3000 años. Este arte se llevaba a cabo, dentro de las conocidas “casas del té”, durante todos estos años estas casas han sido el centro social de los vecindarios. Lugar donde cotillear con los vecinos, jugar a cartas, cortarte el pelo, hasta podías ir a que te limpiaran las orejas, oficio que aún sigue vivo, doy fe.
Así que, que entre té y té allí nos quedamos en Gerard y yo, cotilleado y comentando lo que hacen los chinos a la hora del té.

Jugando a sus cosas chinas...

Otra de las cosas típicas de Chengdu, es su conocido “hot pot”, es decir, una olla pero no caliente, sino picante donde tu introduces los productos en forma de “pinchito” a la olla y  después empiezas a sudar como un loco. Yo que no soy muy amante del picante, me pedí mi mitad sin picante, pero en Gerard que esta loquísimo, se animo a probarlo.. aunque acabo pasándolo fatal. Al final se le caían los mocos y todo…jajaja.


Gerard “el experto”

Gerard "dudando de su elección"

Gerard "el mocoso"

Gerard is on fire, fire....

Sant Hilari, chinoooo
Pero si por algo es famosa Chengdu, es por albergar el centro de cría del Panda gigante en cautividad.
Y por supuesto allí que nos fuimos en Gerard y yo.  Aunque la época de cría es de Marzo a Mayo, dentro del centro puedes ver pandas de todas las edades y tamaños.
El panda sin duda es uno de los iconos de este país. Se sabe por la literatura antigua que hace más de 3000 años que hay pandas gigantes en China.



Aunque se cree que en el pasado estos animales eran carnívoros, hoy día basan su dieta en el bamboo. Todo y ser un alimento bajo en proteínas y difícil de digerir, lo bueno es que crece con rapidez y abundancia, haciendo un fácil recurso alimenticio. El único problema es que el bamboo cada 25 años florece y mure en masa, cosa que provoca que los osos pandas tengan que emigrar a nuevas zonas para encontrar bamboo. Esto es un gran problema para los 1000 pandas gigantes salvajes que se cree que hay en China. En 1970, más de 130 pandas se encontraron muertos en la provincia de Sichuan (Chengdu).



ufff.. que calor!
Así que el gobierno chino, ha abierto 11 reservas para la conservación del panda gigante. Y ya sabéis que si los chinos se ponen, se ponen a todas. Así que si te pillan matando un panda, te pueden meter en la cárcel y hasta llegar a dictar pena de muerte. Por otra parte, si salvas a un panda de morir de hambre, el gobierno te dobla tu sueldo de un año. 


Un panda rojo, aunque yo jugaría que es un mapache teñido.
Aunque ya estamos en Beijing y voy una semana retrasada con el blog… acabaré este blog cueste lo que me cueste, así que os veo pronto.

Eing?

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